Los puentes grúa son las máquinas utilizadas para la elevación y transporte de cargas, tanto en dirección horizontal como vertical, principalmente en entornos industriales.
El uso de estas máquinas y similares (grúas pórtico, semi-pórtico, ménsula y de pluma) presenta una serie de riesgos para los operadores y el personal situado en sus proximidades, para los bienes manipulados por las grúas o situados en su área de influencia e incluso para las instalaciones donde están ubicadas.
Por esto es fundamental que se realice una evaluación de los factores de riesgo propios de este tipo de máquinas y aplicar medidas de prevención en todas las etapas de la vida del puente grúa. De hecho, como indica el artículo 3.5 del Real Decreto 1215/1997, el empresario está obligado a adoptar las medidas necesarias para que, mediante un mantenimiento adecuado, los equipos de trabajo se conserven durante todo el tiempo de utilización en unas condiciones que garanticen la seguridad y la salud de los trabajadores al utilizar dichos equipos de trabajo.
Además, los puentes grúa vendidos o puestos en servicio en España a partir del 1 de enero de 1995 deben cumplir con las especificaciones del Real Decreto 1435/1992 y sus modificaciones, contenidas en el Real Decreto 56/1995. Estas máquinas deben tener el marcado CE con su correspondiente Declaración de Conformidad y su Manual de Instrucciones original y, en el momento de la puesta en servicio, deberá tener una traducción en castellano del manual de instrucciones. Si algún equipo carece del marcado CE o del resto de la documentación, se podrán seguir utilizando aunque tendrán que adaptarse a los requisitos mínimos de seguridad establecidos por el RD 1215/97.
Tipos de mantenimiento
El mantenimiento de las máquinas puede ser preventivo o correctivo. El mantenimiento preventivo consiste en realizar, de forma planificada, reparaciones o cambios de piezas para reducir la probabilidad de avería o pérdida de rendimiento del puente grúa. Mientras que el mantenimiento correctivo es el que se realiza cuando ya se ha producido la avería y debe ser ejecutado por el fabricante o por una empresa autorizada.
En el mantenimiento preventivo se distinguen las revisiones y comprobaciones previas, las revisiones periódicas y las revisiones generales.
Las revisiones y comprobaciones previas son las revisiones diarias que debe realizar el operador antes de iniciar su jornada de trabajo o antes de la puesta en servicio del equipo. Se trata del mantenimiento más inmediato y consiste en:
-Revisión visual y de funcionamiento de los mecanismos de seguridad: limitadores de carrera, frenos, dispositivos de seguridad y de parada de emergencia.
-Revisión visual de los aspectos más aparentes de la grúa y de elementos sometidos a esfuerzo.
Si el operador detectara alguna anomalía, debe ponerla inmediatamente en conocimiento del técnico responsable para que se tomen las medidas oportunas.
En cuanto a las revisiones periódicas, el artículo 4.2 del Real Decreto 1215/1997 obliga al empresario a adoptar las medidas necesarias para que aquellos equipos de trabajo sometidos a influencias susceptibles de ocasionar deterioros que puedan generar situaciones peligrosas, estén sujetos a comprobaciones y, en su caso, pruebas de carácter periódico, con objeto de asegurar el cumplimiento de las disposiciones de seguridad y de salud, y de remediar a tiempo dichos deterioros. Igualmente, se deberán realizar comprobaciones adicionales de tales equipos cada vez que se produzcan acontecimientos excepcionales, tales como transformaciones, accidentes, fenómenos naturales o falta prolongada de uso, que puedan tener consecuencias perjudiciales para la seguridad. Así mismo, el artículo 4.3 del RD 1215/1997 indica que las comprobaciones serán efectuadas por personal competente, y en el artículo 4.4 se menciona que los resultados de las comprobaciones deberán documentarse, estar a disposición de la autoridad laboral y deberán conservarse durante toda la vida útil de los equipos.
La periodicidad de las revisiones periódicas dependerá de las condiciones de utilización del aparato pero, como indican la norma UNE 58132-5:1994 y la norma UNE 58144-1:1997, será al menos una vez al año.
La revisión general viene determinada por dos factores:
-Potencial teórico de utilización (D): horas de vida para las que se ha diseñado la máquina.
-Solicitaciones reales de la máquina (S), en horas.
Al comparar ambos factores, si S/D ≤ 1, significa que el puente-grúa se encuentra en un periodo de funcionamiento seguro. Por el contrario, cuando se alcance o supere el potencial teórico de utilización (D), es decir cuando S/D≥ 1, se debe de realizar una revisión general para poder seguir utilizando el aparato. Esta revisión general debe efectuarse no más tarde de los 10 años desde la primera puesta en servicio de la máquina y posteriormente, a los 10 años, como máximo, después de cada revisión general.
Equipamiento básico de los puentes grúa
Como se ha indicado anteriormente, aplicar medidas de prevención en todas las etapas de la vida del puente grúa es fundamental para mantener un nivel de seguridad, como mínimo, acorde con lo prescrito por la normativa correspondiente. Por ejemplo, según las guías de buenas prácticas del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, los elementos básicos de seguridad para un puente grúa son:
-Botonera de control, con clara señalización diferenciada de los mandos.
-Dispositivo de paro de emergencia, claramente identificado, que corta el circuito eléctrico de todos los elementos de la grúa excepto los dispositivos de sujeción de la carga. Además, este dispositivo no se puede rearmar de forma involuntaria.
-Las botoneras de control móviles, serán de mando sensitivo, deteniéndose automáticamente la maniobra si se dejan de pulsar.
-Dispositivo de bloqueo de seguridad, con llave, para evitar la utilización de los controles por personal no autorizado.
-Dispositivos de final de carrera superior e inferior en el mecanismo de elevación.
-Finales de carrera de traslación del carro.
-Finales de carrera de traslación del puente y pórtico.
-Limitadores de carga y de par.
-Dispositivo de seguridad que detecta fallos para evitar la caída de la carga durante su manipulación.
-Piezas bajo tensión aisladas en toda su longitud.
-Ganchos de elevación provistos de pestillo de seguridad.
-Indicación, claramente visible, de la carga nominal.
-Barandillas adecuadas de protección en todos los pasos elevados.
-Carteles de señalización de los riesgos residuales.
En José Ángel Mercado S.A., el servicio de atención al cliente empieza en el momento que recibimos su consulta y nos comprometemos a darle el mejor servicio post-venta. Desde nuestra empresa le asesoramos sobre los equipos que mejor se adapten a sus necesidades y, además, podemos realizar la revisión y el mantenimiento de sus equipos de elevación y la adaptación de la maquinaria a la normativa de seguridad vigente.
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